La plantilla sportiguista ha vuelto a pisar Mareo para entrenarse
hace 4 años
Los jugadores sportiguistas han vuelto a Mareo para entrenarse. Tras el confinamiento, en el que cada futbolista trabajó en su domicilio, donde el club les suministró una bicicleta estática y una cinta para correr, los profesionales han vuelto a pisar el césped de las instalaciones rojiblancas. Previamente, el pasado jueves fueron sometidos a exámenes médicos para conocer su estado sanitario.
Comienzan así la denominada fase 2 de preparación con vistas a poder retornar a la competición con las necesarias garantías físicas, lo que se espera pueda producirse en el mes de junio.
El protocolo establece que lleguen a Mareo cambiados desde sus respectivos domicilios, a los que regresarán para ducharse allí tras algo más de una hora de trabajo. La ropa de entrenamiento se les entrega precintada y ellos la devuelven posteriormente cuando esté usada en bolsas cerradas.
Los entrenamientos se desarrollan bajo los parámetros marcados desde la noche anterior por el cuadro técnico, con los jugadores de uno en uno, espaciados y escalonados en sus evoluciones en evitación de cualquier cercanía entre sí. Están un máximo de seis en cada uno de los dos campos utilizados y nunca llegan a coincidir más de doce en todas las instalaciones rojiblancas.
En total son 27 futbolistas, de los que tres son guardametas, y entre los que están los jugadores con ficha del filial Berto, Gragera, Bogdan, Gaspar, Christian Joel y Javi Benítez.
Djuka, que ha vuelto a ser padre, fue el primero en entrenarse. En estos momentos sólo hay un jugador que es baja médica, Bogdan, tras sufrir una rotura del quinto metatarsiano de un pie, de la que tuvo que ser operado. No obstante, el ucraniano se entrena con normalidad a la espera de recibir el alta, que tendrá con vistas a la reanudación de la competición.
Los jugadores pueden entrenarse con balón, si bien sin interactuar con el mismo, sea con un técnico o con otro compañero: individualidad al grado máximo.
El rigor es máximo, con las precauciones llevadas a los máximos extremos, siempre bajo criterios de las autoridades sanitarias y del Consejo Superior de Deportes.
Las instalaciones de la Escuela de Fútbol de Mareo han sido totalmente desinfectadas, en un trabajo que se redita diariamente.