El VAR y los penaltis fantasma: ¿Qué pasó en El Molinón?
hace 3 meses · Actualizado hace 3 meses
El Sporting de Gijón se enfrentó al CD Eldense el pasado domingo en un partido que dejó a más de uno con las pulsaciones a mil, y no precisamente por la emoción del juego, sino por dos acciones polémicas que encendieron a la grada de El Molinón. Dos posibles penaltis a favor de los rojiblancos que, para sorpresa de muchos, no fueron sancionados ni por el árbitro ni por el VAR.
El primero, al filo del descanso
El primer susto llegó justo antes del descanso. Guille Rosas colgó un centro al área, Gaspar tocó el balón, y Dubasin se lanzó a por él. Sin embargo, Dumic, del Eldense, metió el pie e impactó con la pierna del delantero sportinguista. Dubasin se quedó tendido en el césped, mientras la grada pedía penalti a gritos. Pero ni Manuel Ángel Pérez Hernández, debutante en Segunda, ni el VAR, con Luis Mario Milla Alvendiz a los mandos, vieron nada sancionable. Las protestas de los jugadores del Sporting quedaron en el aire, al igual que la duda en la afición. ¿Hubo contacto? Las imágenes de televisión dicen que sí.
Minuto 54, nuevo capítulo de la polémica
La segunda jugada que calentó el ambiente llegó ya en la segunda parte, al minuto 54. Cote levantó un balón al segundo palo, donde Juan Otero y Dubasin esperaban para rematar. Fue entonces cuando Otero, en plena carrera para buscar el remate, recibió un empujón por la espalda de Marc Mateu. Las cámaras captaron claramente el contacto, e incluso cómo Mateu, en un principio con los brazos flexionados, los extendió empujando al colombiano. Pero, de nuevo, el árbitro no vio nada punible y el VAR tampoco consideró que la jugada mereciera revisión. Ni penalti, ni revisión, ni nada. La afición, incrédula, solo pudo ver cómo otra oportunidad se escapaba.
¿Qué está pasando con el VAR?
Estos dos incidentes han dejado en el aire muchas preguntas sobre el criterio del VAR y la actuación del árbitro en su debut en Segunda. ¿Son suficientes estos contactos para ser considerados penaltis? ¿Dónde queda el límite? Lo que está claro es que en El Molinón se encendieron los ánimos, y las polémicas decisiones arbitrales volverán a ser tema de conversación durante toda la semana.