El Real Sporting cumple 114 años de historia
hace 5 años · Actualizado hace 5 años
El Sporting sopla hoy 114 velas, cargado de una fecunda historia. Nunca hubiera sido posible si esa herencia y esos sentimientos no hubieran ido pasando de generación en generación como un legado imperecedero. A lo largo de tantos años han sido muchas las personas que han formado parte del club gijonés: en el terreno de juego, en los despachos y en las gradas y tribunas de El Molinón.
Un siglo atrás en números redondos
Asumida la fundación del club en el estío gijonés de 1905, la fecha federativa sitúa la génesis de la entidad en tal día como hoy, el 1 julio... de hace 114 años.
Referidos y reiterados en múltiples ocasiones cómo fueron sus inicios y datación, además del incipiente trabajo de sus impulsores, al igual que en años anteriores y bajo la excusa de la efeméride, vamos hoy a echar la vista justo un siglo atrás en números literalmente redondos. Vamos a detenernos por tanto en 1919 y en su extensión de temporada, a los primeros meses de 1920.
Fue la temporada en la que llegó al equipo Corsino para formar aquella mítica línea media junto a Meana y Bango. También se incorporó Germán.
De nuevo, campeones regionales
El primer equipo rojiblanco, que renovó el título de campeón regional, estaba integrado por Román Soto, Junquera, Bango, Vaquero, Conrado, Ituarte, Pichahi, Ramonín, Meana, Avelino, Menéndez, Riera, Corsino, Soria, Domingo, Trapote, Agüelles, Anselmo, Arcadio, Senén Villaverde, Fernando Villaverde, Pepito, Palacios y Germán.
Todavía lejano el nacimiento del campeonato liguero, en octubre de 1919 el equipo sportinguista protagonizó una pequeña gira por Madrid. En la visita que rinden al Metropolitano ganaron al Athletic de Madrid por 1-5 con tres goles de Fernando Villaverde y dos de Trapote, mientras que empataron en el O'Donnell con el Real Madrid (2-2) con tantos de Fernando Villaverde.
Continúa Enrique Guisasola
El 18 de enero de 1920 se celebró la junta general ordinaria de la entidad en el Real Club Astur de Regatas. La Junta Directiva continuó presidida por Enrique Guisasola, con Secundino Cueto Felgueroso y Fernando Fernández Quirós como vicepresidentes; Avelino Blasco, secretario; Luis F. Reguero, vicesecretario; Domingo Juliana, tesorero; Eugenio C. Zarracina, contador, y Secundino Felgueroso, Julio Gavito, Bernardino de la Puente, Faustino Vigil, Manuel Tornero, Rafael González y Manuel Hartasánchez como vocales.
En los estatutos del club se recogía que la sociedad estaba formada por socios protectores, socios honorarios, socios de número, jugadores y aspirantes. Para pertenecer a la misma había que contar con un mínimo de 16 años y disfrutar del aval de dos socios. Previamente a ingresar, la solicitud permanecía durante quince días expuesta en el tablón de anuncios del club, que tenía por entonces su sede en la calle de San Antonio, 22, bajo.
Se lesiona el emblemático Fernando Villaverde
El 28 de marzo de 1920 se lesionó Fernando Villaverde, el futbolista que había sido santo y seña del Sporting. Fue en un encuentro en El Molinón ante el Real Sporting de Vigo. El gran jugador rojiblanco sufrió una complicada fractura en la pierna derecha, que le obligó a abandonar los terrenos de juego como futbolista; seguiría como árbitro. Fue atendido por los doctores Trapote y Delor, que le suministraron morfina para apaciguar el dolor. En términos de epopeya futbolística, añaden las crónicas que entró en casa cantando, dado que su gran preocupación era evitarle un disgusto a su madre.
Manolo Meana, nuevo capitán
Tras la lesión de Fernando Villaverde la capitanía del Sporting queda vacante. La asume interinamente Argüelles. Pasaría luego a Román Soto, mientras que a Conrado se le nombra capitán del segundo equipo rojiblanco. Soto, por sus muchas obligaciones se ve obligado a renunciar a la capitanía. Surge entonces el nombre de Manolo Meana, que lideraría al equipo gijonés en la década de los años veinte hasta que también vio lastrada su carrera por una lesión.
Ser capitán era por entonces un cargo que iba más allá de lo que actualmente se entiende, ya que incluso se compatibilizaba la labor directa en el campo con la dirección técnica del equipo, además de la colaboración en otros aspectos organizativos del club, al punto de considerar al capitán del equipo como un vocal nato integrado en la propia Directiva.
Manolo Meana sería el primer internacional del Sporting, pero eso tocará contarlo en la efeméride de otro año venidero.